PAPEL DE LA MUJER EN LA SEGUNDA REPÚBLICA
La Segunda Republica supuso, especialmente para las mujeres, un cambio liberalizador importante. Hasta entonces las mujeres españolas habían tenido un papel pasivo y discriminado, su lugar en la sociedad era el de esposa y madre, dependiente siempre del hombre.
En 1930 había unos 6 millones de familias de las cuales el 85% eran familias obreras y campesinas. En cinco millones de ellas, las mujeres realizaban exclusivamente las tareas domésticas. La incorporación de la mujer al mundo laboral estaba obstaculizada por la alta tasa de analfabetismo y a la falta de medios estructurales que facilitaran la incorporación al trabajo a las mujeres con hijos e hijas.
Con
la Segunda Republica, con la constitución de 1931 y las leyes promulgadas posteriormente la situación de las mujeres comenzó a cambiar: se eliminaron privilegios reconocidos hasta ese momento exclusivamente a los hombres, se reguló el acceso de las mujeres a cargos públicos, se concedió el derecho a voto a las españolas, se reconocieron derechos a la mujer en la familia y en el matrimonio, se reconoció el matrimonio civil, el derecho de las mujeres a tener la patria protestad de los hijos, se suprimió el delito de adulterio aplicado sólo a la mujer y se permitió legalmente el divorcio por mutuo acuerdo. Por otra parte, se obligó al Estado a regular el trabajo femenino y a proteger la maternidad (se prohibieron las cláusulas de despido por contraer matrimonio o por maternidad, se estableció el seguro obligatorio de maternidad y se aprobó la equitación salarial para ambos sexos).
MOVIMIENTO SUFRAGISTA O SUFRAGIO FEMENINO
El movimiento internacional por el sufragio femenino, llevado a cabo por las llamadas sufragistas, fue un movimiento reformista social, económico y político que promovió la extensión del